EL 25 DE MARZO EN LA PRENSA EXTRANJERA. EL ARTICULO DE ARTICULO DE REGARDS.
La heroica revolución del campesinado extremeño en 1936
Artículo en página web de Izquierda Unida Extremadura.
El 25 de marzo de 1936, de madrugada, una multitud silenciosa de más de 60.000 yunteros y campesinos de la provincia de Badajoz salieron a ocupar y roturar 3.000 grandes fincas para agilizar la tan esperada “Reforma Agraria”. De forma coordinada y, a través de la Federación Nacional de los Trabajadores de la Tierra de la UGT, siguieron las consignas que fuese pacífica, que se levantasen actas y que se acudiese con dichas actas a los ayuntamientos. Tras varias amenazas del Gobierno de la Nación, este no tuvo más camino que aceptar los hechos consumados y reactivar la Reforma Agraria. Semanales españoles y extranjeros se hicieron eco de los hechos, como el diario argentino “La Nación”, el español “Mundo Gráfico”, etc. Pero fue el semanario francés “Regards” quien más se implicó en contar los hechos. Publicó dos artículos; uno el 14 de mayo y el otro el 11 de junio, firmados ambos por el periodista George Soria, con fotografías de David Seymour “Chim”. Como “cultura colectiva” fueron definidos los hechos que describen en el artículo. En el primero aparece la mítica fotografía de la “Mujer amamantando” y en el segundo, los yunteros y campesinos a lomos de sus burros.
Las fotografías que acompañan el artículo son de una gran consideración. Los negativos de estas fotos, juntos con otros de Robert Capa y Gerda Taro, fueron entregados al embajador mexicano en París dentro de una caja. Este embajador se los llevó a su vuelta a México y estuvieron olvidados durante décadas, hasta su fallecimiento, cuando una descendiente los encontró en 1995. Fueron enviados a la Fundación Robert Capa, dando a conocer el hallazgo en 2008, y posteriormente se depositaron en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en Washington D.C. Las fotografías han formado parte de exposiciones en museos de arte contemporáneo, documentales, etc. La historia de los negativos es conocida como “La maleta mexicana”.
Pero nos centramos concretamente en el primer artículo de Regards del día 14 de mayo. Este articulo contiene unas icónicas fotografías de David Seymour “Chim”, con los yunteros labrando, la juventud acompañando al orador y el mitin en la “Plaza de la Republica” con la icónica “mujer amamantando”. La otra parte del articulo la compone el artículo en sí de George Soria. Realiza una introducción de lo que había y estaba sucediendo: una descripción de Extremadura en general y de la provincia de Badajoz en particular, una entrevista al secretario de la Federación de Trabajadores de la Tierra de Badajoz y por último la mitad del articulo dedicado a la visita que realizan a la comunidad campesina de nombre “La Humanitaria”.
Esta comunidad agraria “La Humanitaria” se encontraba en un pueblo a decenas de kilómetros de la capital de la provincia. Bajo el nombre de “La Humanitaria” existían tres sociedades obreras en las poblaciones de Don Benito, Santa Amalia y Guareña. Y es en esta última población donde creemos que es donde se refiere el artículo de George Soria en Regards, por la relevancia que tuvo la Sociedad Obrera “La Humanitaria” de Guareña.
Sabemos por las memorias inéditas de Eladio Moreno Ruiz, que a la llegada de la Segunda República se creó una organización obrera, la “Sociedad Obrera La Humanitaria”. En esta Sociedad Obrera, estaban incluidas afiliados de PSOE, UGT, CNT y los sindicalistas, escisión esta de la CNT. Sabemos que Ricardo Gasset Alzugaray vendió a esta organización obrera una casa de unos de unos 5.000 metros cuadrados que posteriormente sería la “Casa del Pueblo”, y que él mismo le vendió un molino de aceite a la sociedad obrera. Posteriormente y a raíz de un despido en una panadería y la posterior declaración de huelga por parte del colectivo de panaderos, pusieron en marcha una panadería colectiva en junio de 1933.
También tuvieron una zapatería y una barbería colectivas, esta última dirigida por Santos Bejarano Merino. Pusieron en marcha un Ateneo de divulgación cultural cuyo presidente, Ángel Triguero Prieto, formó un grupo de teatro que representaba obras de contenido social, tales como “Espina de una flor” y “Flor de un día”, del dramaturgo Francisco Camprodón; asimismo crearon una escuela racionalista con el maestro venido de Huelva, Enrique Andivia. Tuvieron un papel muy activo en demandas de empleo y de mejoras sociales, ante las casi permanentes crisis de “paro forzoso” de los obreros. Una de sus reivindicaciones fue inventariar e investigar los bienes de propios y comunales desamortizados en el siglo anterior. Esta cuestión la hicieron llevar al pleno del Ayuntamiento en varias ocasiones, el expolio de estos bienes y su incidencia en las clases humildes permanecían en la memoria. Como nuevos proyectos la Sociedad Obrera “La Humanitaria” tenía la puesta en funcionamiento de una industria sucedánea de pastas, con lo que se incrementaría el número de empleos en la localidad.
Al amparo de las leyes de Reforma Agraria e Intensificación de Cultivos la Sociedad Obrera “La Humanitaria” de Guareña obtienen en mayo de 1933 autorización para concertar contratos de arrendamiento de fincas. Finalmente accedieron a cultivar de forma colectiva unas 250 hectáreas de la finca San Salvador de la China, cuya recolección se hizo en el verano de 1934. Adquirieron para facilitar las tareas de recolección una máquina de trillar de marca “Ajuria Vitoria” y una camioneta. la Sociedad Obrera “La Humanitaria” de Guareña secundó la huelga general del verano de 1934, que fue ampliamente seguida en Guareña. Como consecuencias de esta huelga, 46 jóvenes, miembros de la organización, fueron detenidos y pasaron 58 días detenidos entre Don Benito, Badajoz y, finalmente, Burgos, sin encontrarles delitos para ser procesados. Finalmente, son puestos en libertad y hacen el trayecto de regreso en tren a través de Salamanca-Cáceres-Mérida fueron recibidos en el pueblo por una gran multitud. La entrada en el pueblo la realizaron cantando “La Marsellesa”. La solidaridad de la organización obrera hacia estos compañeros que fueron detenidos fue tal, que les abonaron los jornales perdidos durante los 58 días que permanecieron detenidos.
Su colectividad agraria fue conocida a nivel nacional y dada como ejemplo. Ya iniciada la guerra su nombre aparece en dos artículos de dos medios distintos, estos eran el semanario Claridad, de tendencia favorable al sector más izquierdista del Partido Socialista afín a Largo Caballero y CNT, órgano del sindicato anarquista.
Semanario Claridad, 14 de enero de 1937. Página 3: “PERO HAY QUE GANAR LA GUERRA. Preguntamos a un militante socialista campesino de Don Benito por los compañeros de la Comunidad de Guareña, una de las mejores de España, orgullo de la Federación de Trabajadores de la Tierra, que llevaba funcionando varios años. En el rostro de nuestro interlocutor se pinta una vivísima contrariedad.
- No me hables de eso, compañero, porque me llega al alma. Por ahí andan, luchando en los frentes y trabajando en la retaguardia, Una verdadera riqueza se dejaron en manos del enemigo. La excesiva confianza los perdió. Los rebaños, los cereales, todo hay que llevarlo a la retaguardia, fuera del alcance de un golpe de audacia del enemigo. Nosotros lo hicimos así en Don Benito. ¡Lástima de Comunidad, con lo rica que era y bien dirigida que estaba! Mientras no tengamos ganada la guerra todo está en el aire.
Si, hermano campesino; si, hermano proletario de la ciudad. La colectivización está muy bien… ¡¡¡ PERO HAY QUE GANAR LA GUERRA!!! “.
Órgano de la Confederación Nacional de Trabajadores, 4 de octubre de 1936. Página 6: “NUEVO ASPECTO DEL PROBLEMA. Los trabajadores afiliados a la CNT, fieles a los acuerdos de la organización y a la propaganda que se realizaba desde nuestros órganos periodísticos, especialmente desde “Campo Libre”, se encararon con el Ministerio de Agricultura y exigieron que se les permitiera la socialización directa de las fincas incautadas. Ahí está el ejemplo magnifico de los campesinos de Guareña, en Extremadura, que han sabido crear la primera y mejor granja socialista de España. En otros muchos lugares quiso nuestra organización hacer lo mismo; pero se encontró con que la Guardia Civil, del mismo modo que antes defendía a tiros el latifundio extremeño o andaluz, ponía sus fusiles en el pecho de los campesinos que deseaban trabajar la tierra colectivamente.
No se nos dejó resolver el problema agrícola con arreglo a nuestras tácticas revolucionarias, que eran las que exigía la situación social del país, y han tenido que venir los cruentos sucesos actuales; ha tenido que enfrentarse el Estado-fuerza con el Estado-ley y con el pueblo, para que este, en lucha abierta con el primero y sin la obstrucción absurda del segundo, haya podido empezar a resolver por su propia cuenta y en brevísimo tiempo ese problema agrario ante el cual han fracasado todos los políticos”.
Por todas estas cuestiones me lleva a creer firmemente que la Sociedad Obrera “La Humanitaria” de Guareña era la que visito George Soria y que quedó reflejada en el mítico artículo de Regards del día 14 de mayo.
“LA NUEVA ESPAÑA
60.000 campesinos de Extremadura ocupan las tierras. De nuestro enviado especial.
PIE DE FOTOGRAFIAS:
1.-Cultivo
colectivo, pronto los surcos se cargarán de espigones.
2.-Con su arado primitivo, se esfuerzan por arar un suelo o aflorar la roca.
3.-El joven/La juventud acompaña al orador a la reunión/mitin.
4.-No hay un país donde uno escucha a un orador tan fervientemente como en
España.
5.-Un encuentro/Un mitin a pocas docenas de kilómetros de Badajoz.
CONTRAPORTADA:
EN ESTE NÚMERO: En Extremadura donde los campesinos ocupan la tierra. Por nuestro enviado especial en España.
Badajoz, 8 mt. Todos los reinos tienen un final: el de los feudales españoles y los "caciques" parecían/parece haber terminado. La gente ha comenzado a cambiar su vida de miseria y nada se detendrá en la realización de esta voluntad.
Cuando en 1931 la monarquía fue declarada depuesta, los campesinos se alzaron con una ola de esperanza: se les daría tierra, su miseria sería un poco menor. Sabemos cómo la postergación de los republicanos de esa época comprometió y decepcionó esta gran esperanza. El Frente Popular se ha hecho cargo hoy de dar forma a este sueño. Y ya para comenzar a desaparecer el rostro feudal de esta anacrónica España donde algunos castellanos ociosos aún gobernaban durante algún tiempo, otros viejos. De Galicia a Andalucía, de Castilla a Extremadura se ejecuta hoy una sola voluntad: implementar sin demora la reforma agraria, esta reforma agraria que es para los campesinos españoles una cuestión de vida o muerte.
Acabo de viajar a través de Extremadura, una provincia en la que Cervantes elogió las "tierras ricas y ardientes". Todavía es una meseta, pero ocupa el valle de Guadiana, que desciende hacia el océano: Badajoz, capital de la provincia en la margen izquierda del río, se ve al otro lado del territorio portugués. La influencia marítima se combina con los efectos del sol. Durante siglos, el feudalismo se había conservado allí. Antiguos castillos con muros almenados aún se conservan en las colinas y contribuyen a dar al paisaje un aspecto medieval. Enormes dominios, las "dehesas" que se extienden hasta sus praderas sin atender, todas las riquezas están ahí: cereales y, además, lúpulo, frijoles ... el suelo está en varios lugares muy rico. Pero el país todavía tiene la cara del hambre: pueblos enteros han pasado el frío invierno sin tocar una vez la carne o el pan: demasiado caros.
Uno puede pensar si en estas condiciones tuviera sentido el vasto movimiento que se extendió el 16 de febrero en el país. Sabemos que el gobierno de Manuel Azaña, una vez en el poder, se preocupó por cumplir el mandato que le habían otorgado las masas populares. Los primeros pasos fueron comenzar la instalación de yunteros en la propiedad confiscada a los "grandes". La operación en la mente del gobierno no debería preocuparse debido a las dificultades técnicas surgidas para generalizar de inmediato, una pequeña minoría, unos pocos miles de yunteros cuya pobreza extrema era demasiado grande para que pudiera durar más tiempo.
Una buena mañana, la provincia de Badajoz se transformó ... Anticipando todas las iniciativas oficiales y argumentando que si esperaban la instalación (oficial), el tiempo de las obras/ de los trabajos ya adelantadas se pospondría para el próximo año: 60.000 campesinos ocupados, el mes pasado, tierra Fue un acontecimiento extraordinario en la provincia. Ignorante de las autoridades, había sido preparado en absoluto secreto y solo los interesados habían recibido la siguiente orden: "A las cinco de la mañana, los campesinos se concentrarán silenciosamente fuera de las aldeas e irán a las aldeas. Campos para ocupar. A los gritos de Viva la República xx se rastrearán inmediatamente en sus aldeas ". El folleto/documento de la Federación de Trabajadores de la Tierra continuó: "Hecho esto, volverá inmediatamente a sus aldeas. Y cuando estén todos juntos, pídanle al Ayuntamiento que denuncie la ocupación/ levanten acta de la ocupación. Luego decidirá en una reunión pública, si desea explotar estas tierras colectivamente, en forma individual o mixta. Luego proceda a las primeras obras/trabajos, evite cuidadosamente cualquier conflicto con las autoridades y diga respetuosamente en cada ocasión que haya trabajado de esta manera para defender sus intereses y los de la República, que considera que coinciden en este caso con los suyos ".
Lo que se hizo, y el día indica, por la mañana, la orden se aplicó con una disciplina admirable. Ni un solo pueblo fracasó. Todos los campesinos, alertas sin excepción, en los caseríos más pequeños, se reunieron y vinieron a buscar a sus respectivos alcaldes.
El secretario de la Federación de Trabajadores de la Tierra de Badajoz, quien dirigió las operaciones, me dijo que estos momentos de alegría indescriptible o/a viejos, mujeres y niños, locos de felicidad, volvieron locos los Ayuntamientos mientras los trabajadores regresaban de Los campos se hicieron constancia de su ocupación.
"Nunca", dijo el secretario de la Federación, "las manos de los yunteros temblaron tanto como al firmar los actos que consagraron su liberación, ellos son los parias de los siempre".
"No había contacto con la Guardia Civil; hubiera sido demasiado fácil". Cada vez que las autoridades llegaban a los campos, los yunteros abandonaban su trabajo. La fidelidad venció a las autoridades, quienes poco después ratificaron la ocupación. El Instituto de Reforma Agraria delegó a sus ingenieros y comenzó el trabajo oficial. Pero los campesinos habían ocupado la tierra. La presión de las masas populares había acortado al menos las formalidades que habrían requerido meses de estudio.
Con esta ocupación masiva, la cuestión aún no se resuelve en Extremadura, porque los 60.000 nuevos agricultores no constituyen por sí solos todo el proletariado agrícola. Los yunteros son legiones. Y en este país tan rico como Badajoz donde latifundios y grandes propiedades de tierra, que constituyen un área total de más de 800.000 hectáreas, están en manos de 1.200 propietarios (mientras que 331.942 propietarios de tierras pequeñas poseen 453.894 hectáreas y que los trabajadores agrícolas no tienen nada), la pregunta no dejará de surgir de nuevo.
El Instituto de Reforma Agrícola (pieza central de la reforma) que actualmente trabaja para enumerar las propiedades para estudiar las condiciones particulares de cada cultura, a pesar de su buena voluntad y la capacitación de sus ingenieros, no enfrenta todas las demandas que son abordados diariamente por campesinos en apuros. Y los campesinos no pueden esperar más.
A pesar de estas dificultades, los campesinos que han tomado posesión de la tierra están trabajando con amor y fe. Rara vez he visto a los agricultores cuidar tanto de su campo. Este es un enlace real que une al yuntero sentimentalmente con su parcela de tierra, un enlace completamente nuevo, que alegra a aquellos desafortunados que siempre están privados de todo para que se conozcan a sí mismos como propietarios de tierras, ahora están arando con alegría.
En la actualidad, en los latifundios, o durante siglos, el trabajador agrícola nunca ha practicado otra cosa que no sea la explotación en nombre de un agricultor (él mismo, un administrador de los bienes que se le confían), las condiciones psicológicas del trabajo colectivo son: a veces maduro: será fácil para el yuntero comprender cuántos campesinos que trabajan para sí mismos pueden ser productivos.
“LA HUMANITARIA”
Visité una comunidad campesina de un tipo particular. Es un terreno propiedad de un gran terrateniente, que se vio obligado a alquilar parte de él a un grupo de yunteros (la renta anual representa el 4% del valor del terreno). En la actualidad, se practica la cultura colectiva.
Desde el amanecer hasta el anochecer, me quedé con estos campesinos simples, crudos y directos, cuya vida hasta el momento ha sido una gran lección de fraternidad en el sentido de que necesitaba ayuda. Estos hombres con minas en bruto pertenecen a la raza de los grandes conquistadores que, más allá de la provincia portuguesa, se embarcaron en los mares para dar forma al nuevo mundo y en la inmensa tarea que comienzan en el día, uno no puede dejar de especificar su filiación. Estos hombres tienen la fe de sus antepasados: los vi tratando de arar un suelo o limpiar la "pizana", roca de granito. El arado, un arado primitivo, tenía un borde afilado, se agitó unos centímetros de tierra, y de repente patinó en metros de piedra dura emergiendo. Nada estaba haciendo allí. Pasamos la pizana y continuamos: cuanto más lejos mejoraría el suelo, me dijeron los campesinos.
Y el trabajo comenzó de nuevo. Las yuntas regresaron en todas direcciones al glebe: doce equipos arrastrados por los económicos burros, constituyen todo el material de esta fracción de la comunidad. La Humanitaria cubre un área de 800 hectáreas y ocupa 526 yunteros, lo que significa que dará pan a 1.000 familias: es rico en 200 equipos. A pesar del estado obsoleto de los instrumentos de trabajo, hoy se pone en valor. Esta tierra estaba sin cultivar, o casi así. Pronto los surcos huecos se llenarán de mazorcas de maíz, y el genio y la voluntad de esta raza continuarán encontrando empleo allí.
El caso de la Humanitaria es uno de todos/ otros, y para todas estas personas que siempre han sido vasallos, es un centro de vida nueva como tantos otros, es una de las muchas células que darán una unidad a estas campañas mañana. Y uno puede pensar cuánto contribuye a estrechar los lazos que unen a los campesinos.
Asistí a una reunión/un mitin una noche/tarde dada por los trabajadores de "La Humanitaria". Estaba en un "pueblo" a unas pocas docenas de kilómetros de Badajoz. De todos los rincones del pueblo venía una multitud compacta, mezclada con mujeres ancianas, niños asediados por/asidos en las ventanas y el pavimento de la Plaza de la República. Los hombres habían venido más tarde, fuera/al salir de los campos. El diputado socialista de la localidad debía hablar a las seis en punto. A las cinco y media, más de dos mil campesinos habían invadido la plaza, y cuando el diputado escoltado por los doscientos compañeros de la milicia del pueblo apareció y comenzó a hablar en el
balcón del Ayuntamiento, un silencio religioso flotó en el aire. No creo que haya un país en Europa donde escuches tan fervientemente a un orador como en España. ¿Quién podría seguir todas las contorsiones que una cara simple sabe cuándo "el argumento es bueno" y verlas reproducirse en cien, en mil aldeas a la vez que una vez vieron en su vida a las multitudes de Extremadura? Para integrar, para hacer el suyo, los problemas planteados por el propagandista, no se puede olvidar que si estas poblaciones llegan hoy a la plena conciencia de sus derechos y descubren de repente la verdad, es en parte en esta vida en común que ellos deben.
No contamos aquí por años, sino por semanas. Me aseguran que desde el 16 de febrero la conciencia política de los campesinos ha asimilado todos los problemas planteados por la constitución del Frente Popular. En el campo, la existencia de estas comunidades no es ajena a este fenómeno. A la vuelta de ellos cristaliza toda la nueva vida de ellos dejará las próximas reclamaciones/reivindicaciones. Y así acelerará en el país la aplicación de la Reforma Agraria, aquí distribuirá la tierra a los campesinos, permitiéndoles explotar el suelo en común, todo esto de manera lenta o apresurada según las circunstancias.
En este asunto, no olvide, sin embargo, que el tiempo nos puede reservar sorpresas: ¿estos 400.000 yunteros que el Gobierno de Azaña debe instalar en las tierras esperarán dos años para que uno encuentre créditos? Este problema es hoy España y se planteará en ciertas regiones con gran agudeza.
Digamos bien mientras esperamos que la Reforma se esté ejecutando y que nada la detendrá”.
Pedro José Pascual Salguero. Pedro José es responsable del Área de Memoria Histórica de IU Extremadura e investigador, labores que compagina con su trabajo de operario en una fábrica.
