38 AÑOS DESPUES
En el año 1961 fue expropiada la Finca
El Corchito cuyo fin social fue la creación de explotaciones agrarias
familiares. De las 329,3691 Hª expropiadas se entregaron 67 y el resto, o sea
262 Hª, se plantaron de eucaliptos, declaradas por el régimen de Franco de
interés social. Posteriormente la finca fue donada gratuitamente, mediante
escritura pública, al Ayuntamiento de Guareña en el año 1982 y éste a su vez
transfiere su propiedad a la Sociedad Agropecuaria Municipal AMGSA en el año
1988. 38 años después, o sea en el
años 1999, los herederos de Dª Enriqueta
Royer-Deloche y Mege solicitan el
Derecho de Reversión de la finca expropiada, alegando que no cumplía los
requisitos por los cuales había sido expropiada.
A diferencia del Tribunal Superior de
Justicia de Extremadura y del Tribunal Supremo que le han dado la razón,
mediante sentencias, concediéndoles el Derecho de Reversión; el comportamiento
de la Junta Extremadura, gobernada por
el Partido Socialista, en su día, y ahora por el Partido Popular ha sido,
cuando menos, ejemplar, defendiendo el interés social que la explotación de la
finca estaba cumpliendo.
¿El interés social de la plantación de
eucaliptos que realizó la Administración Franquista en las 262 Hª era superior
al que actualmente se viene ejerciendo en la finca de propiedad Municipal?
¿No es un interés social los miles de
jornales que la empresa ha dado, en beneficio de nuestro pueblo, por el que
algunos concejales, no todos, apostamos en su día, como el que suscribe el
presente escrito? ¿Por qué los herederos antes mencionados no ejercieron el
Derecho de Reversión, si desde el momento que se plantaron los eucaliptos lo
podían haber hecho?
El Sistema Democrático permite que
ejerzan su derecho a los que un día, de una manera tácita, colaboraban por
omisión con la dictadura de Franco.Creo que la concesión de este Derecho a Dº.
Martial Baron, cuya transmisión extraprocesal pactada con el Ayuntamiento, le
va a costar a éste 800.000 €, es inmoral
e indecente.
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