Seguramente que se acuerdan
ustedes de las intervenciones, chulescas,
del ministro de Hacienda, Sr. Montoro, en el Congreso de los Diputados. Unas
veces arremetiendo contra los actores, otras contra los partidos, no al PP, futbolista y un largo etc.,
como si un policía de la Agencia Tributaria se tratara. Ahora bien, cuando se
trata de asuntos fiscales relacionados con la casa Real, herencia del Rey Juan Carlos y compraventa de bienes inmuebles de la
Infanta Cristina se queda amnésico, ofreciéndonos un espectáculo bochornoso
de servil súbdito.
¿Cómo es posible que un Ministro
de Hacienda no esté al corriente de la compraventa de los bienes inmuebles de
la Infanta o de cualquier ciudadano, cuando todos y cada uno de ellos tienen un
número de identificación catastral, cuando
han pasado varios días que, “supuesto
error”, ha salido en los medios de comunicación?
¿Alguien en este país se puede
creer que los Notarios, Registradores de la Propiedad y los técnicos de la
Agencia Tributaria se han equivocado?
Sin embargo, le sobraba tiempo
para zaherir a la oposición con tanta arrogancia que a veces nos temíamos que
pudiera hacer la peineta, como Bárcenas y otro dirigente de su partido.
Ayer en el Senado, y Hoy, día 19
de junio de 20l3, ha dado un paso más, ha despreciado olímpicamente a los periodistas.
Habla pronto, Sr. Montoro, del hecho y de los millones repartidos en sobresueldo a los dirigentes de tu
partido, que airean los medios de comunicación. No nos trate de imbéciles,
aunque algunos, entre los que me encuentro, ya hace tiempo que te veíamos el
plumero –(según el diccionario español, orejas)-.
Nicasio Sancho González.
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