25 de Noviembre de 2016 .Día
Internacional contra la
Violencia hacia las Mujeres
La política y la cultura patriarcal es la
responsable de que las mujeres sigamos soportando una violencia que no cesa. El
neoliberalismo se ha convertido en correa de transmisión de los poderes
fácticos, la socialdemocracia ha investido al capitalismo más feroz. Por eso, la
izquierda tiene que reivindicar, con mucha más fuerza, que la violencia contra
las mujeres es una prioridad política y no una nota irrelevante de los discursos.
No sólo el trágico balance de asesinatos en lo que
llevamos de año en nuestro país, demuestra que la violencia sexista sigue
asentada como parte normalizada de la “convivencia”; sino que los datos
específicos y concretos de manifestaciones violentas contra las mujeres, nos
llevan a concluir que los gobiernos no responden adecuadamente contra esta
lacra. La violencia agrede la vida de las mujeres en todos los espacios, en
todas las situaciones sociales, territoriales, culturales, incluso económicas. La
violencia recorre nuestras vidas; el uso de nuestros cuerpos (explotación
sexual, prostitución, vientres de alquiler,..), incluso algunos, pretenden
regularlo y normalizarlo.
Las
instituciones y a los gobiernos, tienen que darse por enterados: no basta con
Declaraciones Institucionales, tienen que hacer políticas reales y efectivas
por la igualdad y contra la violencia de género. Tienen que destinar esfuerzos
y presupuestos suficientes para, que social e institucionalmente, exista
Tolerancia Cero contra la desigualdad y la violencia contra las mujeres.
Sólo una sociedad fundamentada y asentada en la
igualdad real, impediría que la crisis económica pudiera servir de pretexto o
explicación de que en todos los lugares del mundo, las mujeres sigamos teniendo
menores salarios en iguales trabajos y menos oportunidades; que la mayoría de
las responsabilidades domésticas y de cuidados recaigan sobre nosotras; que la
representación en los ámbitos públicos sea todavía hoy noticia; que la Historia siga siendo
contada de forma sesgada y que el reconocimiento de nuestras aportaciones, siga
escondido en sus rincones; que la cosificación de las mujeres con fines
comerciales esté patentada; que la explotación sexual de mujeres y niñas esté
permitida como forma de riqueza y que la feminización de la pobreza siga siendo
un marcador de la desigualdad.
El
feminismo es imprescindible en una alternativa política global e integradora,
en la que los seres humanos tienen la posibilidad de vivir y convivir bajo los
modelos de libertad, respeto, justicia e igualdad.
Desde
IU defendemos ese modelo de sociedad. Desde IU seguimos y seguiremos luchando
porque el principio de igualdad sea un objetivo irrenunciable al que la
izquierda real y transformadora ni quiere ni puede renunciar.
¡BASTA de
VIOLENCIA contra las MUJERES!
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