Izquierda Unida es un movimiento Político Social que se conforma en una organización, política y jurídicamente soberana, cuyo objetivo es transformar gradualmente el sistema capitalista económico, social y político, en un sistema socialista democrático, fundamentado en los principios de justicia, igualdad, solidaridad y respeto por la naturaleza, organizado conforme a un Estado de Derecho, federal y republicano. (art. 1, Capítulo I, Título I, Estatutos)

viernes, 22 de febrero de 2019

Izquierda Unida sobre las pensiones y el Pacto de Toledo.


Izquierda Unida sobre las pensiones y el Pacto de Toledo.
20/02/2019
Izquierda Unida ni el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos – En Comú
Podem – En Marea no han bloqueado, ni han salido del Pacto de Toledo.
El Pacto de Toledo nació, entre otras cuestiones, para sacar del debate político a las
pensiones y lograr consensos de cara a evitar que el gasto público de las mismas
perturbe la estabilidad económico-financiera y la consolidación fiscal de las cuentas.
Es por ello, que en cuanto propones votos particulares sobre discrepancias te acusan
de romper el consenso.

Vamos a presentar votos particulares en los temas que tenemos discrepancias (como
hemos hecho siempre). La respuesta de los otros grupos ha sido que rompíamos el
Pacto de Toledo.

Las recomendaciones sobre las que tenemos discrepancias son:

• Ampliar el cálculo de la jubilación a toda la vida laboral, lo que supone una
disminución del valor de las pensiones públicas.

• Aumento de la edad de jubilación, extendiéndola a más allá de los 67 y más de
37 años cotizados.

• Fomentar los planes complementarios, abriendo la puerta a la privatización y
planes privados de las pensiones y a la mochila austriaca, para compensar la
caída de las pensiones públicas.

• Las pensiones de viudedad, replantearlas en función a los ingresos disponibles
del Estado, lo cual lleva a una mayor pérdida de poder adquisitivo de las
mismas y disminución de las cuantías.

Sin embargo, consideramos que las Pensiones es uno de los debates políticos más
importantes en nuestro país. La movilización social y la lucha por unas pensiones
dignas es amplia. No olvidemos que las Pensiones son el instrumento antipobreza
más importante que existe en nuestro país.

Frente a ello, la posición de Izquierda Unida y del Grupo Confederal se basa en:

1- Reforzar el principio de contributividad. Las aportaciones de cada trabajador
se deben tener en cuenta sin que se utilice para reducir la cuantía de la
pensión, como persiguen los cambios en la edad de jubilación, los años
exigidos, etc.

2- Principio de solidaridad. No puede ni debe reducirse la mejora de las
pensiones más bajas cuando las pensiones mínimas ya se encuentran en el
umbral de la pobreza. La excusa que utilizan es que elevarlas desincentivan el
deber de cotizar más.

3- La brecha de género sigue siendo un problema real sin corregirse en nuestro
sistema de pensiones, ya que viene condicionada por la brecha salarial y
carreras de cotización discontinuas.

4- Es inadmisible aumentar el periodo de cálculo de la pensión de jubilación
a toda la vida laboral. La evidencia constata que reduce la cuantía de la
pensión. La última reforma la amplió a los últimos 25 años y ha reducido el
valor de las pensiones. Además, hay que tener en cuenta que con la última
década de crisis, aumento de desempleo, precariedad y reducciones salariales,
un cálculo llevado a toda la vida laboral perjudicará a la gran mayoría de las
persones trabajadoras activas en la actualidad. La comisión del Pacto de
Toledo ahonda en esto con la excusa de la “sostenibilidad del sistema de
pensiones”. La solución a este problema no puede ser el parche de que,
además con carácter excepcional, el beneficiario con carreras largas, pero
cuyos últimos diez o 15 años hayan sido de cotizaciones más bajas o de paro o
de subsidio de desempleo, pueda descartar algún año concreto del periodo de
cálculo ordinario.

5- Rechazamos el aumento de 35 a 37 años del periodo cotizado necesario
para alcanzar el 100% de la pensión. Con la situación de temporalidad,
desempleo y precariedad de nuestro mercado laboral, esta medida contribuye
a reducir las cuantías de las pensiones al reducir el número de personas
trabajadoras que puedan alcanzar esos años cotizados.

6- La Comisión del Pacto de Toledo no se plantea como objetivo garantizar la
suficiencia de las pensiones del art. 50 de la Constitución que exige una
solidaridad a través de los Presupuestos Generales del Estado. Ni a través de
la pensiones mínimas, mediante los complementos por mínimos, ni la
suficiencia desarrollada en el tiempo mediante en que consiste una
revalorización garantizada y blindada por ley. No garantiza de manera efectiva
y con clara voluntad política la suficiencia de las pensiones.

7- Rechazamos el aumento de la vida laboral más allá de los 67. La Comisión
del Pacto de Toledo sigue apostando por la prolongación de la vida profesional
como respuesta al alargamiento de la esperanza de vida a fin de garantizar la
sostenibilidad financiera del sistema.

8- La separación de fuentes de financiación debe concebirse de manera diferente
a como se ha hecho desde 1995. No debe ser la excusa para que si por vía
contributiva no se recaudan suficientes cotizaciones se rebajen las
prestaciones y las pensiones para restaurar el equilibrio financiero en lugar de
buscar nuevas fuentes de financiación tanto a nivel contributivo como
fiscales para alcanzar tal equilibrio. No estamos de acuerdo con la argucia de
que los déficits se afronten mediante préstamos a cargo del Estado cuando
debe ser el Estado el que lo garantice directamente por la Ley de presupuestos
la financiación por vía fiscal. El acudir a préstamos refuerza la idea de déficit y
de insostenibilidad del sistema.

9- No compartimos ni la existencia del Fondo de Reserva ni que se
establezca una dotación mínima del Fondo de Reserva, equivalente al
7% del gasto anual en pensiones contributivas, sujeta a una regla
endurecida de disponibilidad cuando por otro lado no se garantizan
pensiones suficientes o se reduce su cuantía.

El Fondo de Reserva promovido por el Pacto de Toledo con el objeto de que
los excedentes financieros procedentes de los ejercicios presupuestarios de los
periodos de bonanza permitiesen dotar a los órganos rectores del sistema de
Seguridad Social con un margen de maniobra suficiente para reaccionar frente
a las fases bajas del ciclo económico y a tensiones coyunturales, sin necesidad
de acudir a reducciones en las prestaciones o incrementos en las cotizaciones.
Este objetivo del pacto de Toledo no se ha conseguido pues la existencia del
Fondo de Reserva no ha impedido dos reformas de gran calado que suponen
recorte de pensiones como la de 2011 y 2013. Al contrario, más bien ha
impedido replantear el papel del Estado y la búsqueda de otras fuentes de
financiación.
Volver a restaurar el Fondo de Reserva y a la idea de que puede ser una
importante ayuda para resolver –durante un mayor o menor período de
tiempo- desequilibrios coyunturales entre los ingresos y los gastos de la
Seguridad Social es persistir en esta separación de la Seguridad Social
del Estado y favorece que la idea de sostenibilidad se haga a costa de
reducir la cuantía de las pensiones.

10- La Comisión del Pacto de Toledo no contempla medidas efectivas para evitar la
futura privatización de la gestión de las pensiones.

11- No compartimos que se consideren los sistemas complementarios,
especialmente los planes de pensiones privados como un segundo
nivel de la Seguridad Social, puesto que implica una puerta a la
privatización. Incluso aun cuando no tengan como objetivo sustituir
las pensiones públicas no compartimos la apuesta por impulsar su
implantación efectiva, incluso aunque se recuperen los salarios que
siguen siendo bajos. No admitimos por ello que deba dotarse a dichas
entidades de un régimen fiscal y jurídico adecuado y diferenciado,
mejorando el existente en la actualidad y entendiendo que en ningún
caso dichos sistemas de ahorro puedan ser considerados como meros
productos financieros.

ACCIÓN INSTITUCIONAL DE IZQUIERDA UNIDA

No hay comentarios: