Un cambio de época

Un cambio de época

Estamos asistiendo a una profunda crisis que dura ya varios años. Más que una crisis económica o financiera, es una crisis de sistema y valores.

El sistema actual no es más que el triunfo de las tesis de que “el mercado lo regula todo “de la Ex Primer Ministra Británica, Margaret Thatcher y del Ex Presidente Norteamericano George Bush. Libre circulación de capitales, poder económico-financiero de las grandes corporaciones, privatizaciones de servicios públicos, etc.

Lo que comenzó siendo una quiebra de bancos americanos con inversiones en paquetes inmobiliarios de alto riesgo (economía especulativa), se está convirtiendo en una crisis del sistema actual. Las principales economía de la zona euro se contraen y las recetas a seguir son mas ajustes económicos, mas privatizaciones de servicios públicos y nos dicen que hay que ser más competitivos, esto es trabajar más y cobrar menos. 

Todo esto no lleva un callejón sin salida, porque a más ajustes, menos poder adquisitivo para reactivar la economía por parte de la población.

La crisis económica trajo consigo el desmantelamiento del Estado del Bienestar y de la clase media, o al menos lo que algunos entendían como clase media, cuando lejos de serlo éramos clase trabajadora o clase obrera.

Las consecuencias en España son devastadoras, al aumento constante del desempleo, se suman los recortes  en I+D+I, en sanidad y en educación, que lastraran el crecimiento y el desarrollo de generaciones venideras. A esto de suma, también, un aumento peligroso de privatizaciones de servicios públicos, que traerá consigo el anteponer el beneficio económico, antes que el beneficio social.

En España, estamos asistiendo a una profunda crisis, que va más allá de lo meramente económica, y es una crisis de valores, que sumada a la económica nos da una verdadera crisis de sistema. Asistimos a casos de corrupción  política de uno u otro signo, de la Familia Real, de organizaciones empresariales (CEOE y Díaz Ferranz), de supuestos sobresueldos a políticos, traslado de dineros a paraísos fiscales, de un sistema electoral nada representativo, de una democracia restrictiva, de unos medios de comunicación claramente partidistas, de la perdida de la Soberanía Nacional ante los mercados (especuladores).

De esta situación son corresponsables los distintos Gobiernos del PSOE y del PP, cuyos miembros van a los consejos de administración de las grandes corporaciones cuando cesan (más conocida como la teoría de las puertas giratorias).Son la estampa misma de la Alternancia política durante el reinado de Alfonso XXIII, de comienzos del siglo XX. Durante esa época eran liberales y conservadores, ahora son socialistas y populares, con un Rey Borbón también garante del sistema.

Los dos grandes partidos y sus aliados nacionalistas (PSOE, PP, PNV y CiU), han logrado desmovilizar a la sociedad, motivo por el cual está  en situación de shock y sin reaccionar. Hicieron creer, en lo que se puede llamar como “la gran mentira de la clase media”. Han hecho creer que ya no es importante las ideologías o los ideales, motivo por el cual la política y los partidos políticos, han pasado de tener el digno orgullo de representar al pueblo, a no ser más que una agrupación de intereses, donde prima el hacer carrera a costa de la defensa de la ideología o los ideales.

Parte de esa culpa es la ausencia de ideología o ideales, es el discurso político de que da igual y es la mismo LA IZQUIERDA que LA DERECHA, que da igual la ideología o los ideales, cuando la tenencia de estos es el principal garante en la defensa de los ideales.

Estamos asistiendo a un cambio cíclico sumamente importante, que ni los más prestigiosos economistas saben cómo hacerle frente.

 Ante este cambio cíclico, quienes tenemos ideología, ideales o convicciones de Izquierda proponemos: menos PRIVATIZACIONES y menos MERCADOS, y más ESTADO y más SOBERANIA NACIONAL en beneficio de la mayoría de la población.

Pedro José Pascual Salguero.